Ciudadanos del cielo, moradores de la casa de Dios, caminamos hacia el Padre, en el Señor, por el Espíritu. 1. Caminamos hacia el monte de Sion, a la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial. 2. Caminamos hacia las miríadas de ángeles, a la fiesta universal, a la asamblea de primogénitos, inscritos en el cielo.